Los gastos deducibles son el caballo de batalla continuo para los autónomo, y ahora que estamos en época de declaración de la Renta, es el momento para la deducción de los gastos relacionados con la actividad, gastos que han de estar justificados en la contabilidad pero ¿sabías que no todos los gastos deducibles exigen factura?.

Hay que indicar que en líneas generales la normativa del IRPF referente a deducciones es más permisiva que la del IVA que obliga siempre al autónomo a presentar la factura reglamentaria. Estos son algunos de los gastos deducibles y lo que han de cumplir para serlo:

1.Pólizas de Seguros

Si contratas un seguro médico o de responsabilidad civil para protegerte en el desempeño de tu actividad como autónomo es muy probable que no dispongas de factura de la póliza. Descuida, para deducirte este gasto tan solo es necesario el cargo del banco.

Hasta un máximo de 4.500 euros es el máximo permitido por Hacienda para la deducción de primas de seguros que incluye además de la propia, la cuota del cónyuge y de los hijos menos de 25 años.

2. Salarios y seguros sociales

También podrás deducirte sin factura los pagos que realices a los trabajadores de tu plantilla en concepto de sueldos y pagas extraordinaria. Para su correcta justificación debes presentar bien las copias de la nóminas firmadas por los empleados o el justificante bancario del pago.

3. Cuota de autónomos

Es probablemente uno de los gastos mensuales que más pesan al conjunto, sin embargo, la cuota de autónomos se puede deducir facilitando, como en todos los casos anteriores, el justificante de la entidad bancaria.

4. Gastos bancarios
Las cuotas de tarjetas, comisiones por mantenimiento o intereses de préstamos también tienen hueco en el apartado de gastos deducibles sin factura pero con el correspondiente extracto.
5. Gastos realizados en países extranjeros
Si durante el desarrollo de tu actividad como autónomo adquieres productos o servicios de otros países podrás deducirlos siguiendo el criterio de siempre, que estén vinculados a la actividad y debidamente justificados.
Más de una vez te encontrarás con gastos que no vienen recogidos en facturas como es el caso de los realizados en comercios online de fuera de nuestras fronteras. Para poder desgravarlos tendrás que aportar un recibo, el cargo bancario u otro comprobante del gasto.
6. Gastos de contratos mercantiles
El trabajador autónomo también tiene derecho a deducirse, además de los gastos anteriormente especificados, los derivados de los contratos privados y las escrituras públicas. Hablamos de traspasos de locales, fianzas de alquileres o escrituras de la constitución de una sociedad. El interesado tiene que presentar el correspondiente cargo bancario.
7. Determinados impuestos
Existen una serie de tributos que forman parte de la actividad del trabajador por cuenta propia y son fiscalmente deducibles. Un claro ejemplo sería el Impuesto de bienes inmuebles (IBI) o la tasa de basura entre otras tasas municipales. No olvides conservar el recibo bancario para justificar el gasto.
Como seguramente compruebas día tras día y hemos querido constatar existen una serie de gastos afectos al trabajo del autónomo que son difícilmente acreditados mediante factura. Quizá por esta razón muchos emprendedores desconocen el derecho a deducirlos en su declaración, por eso si siguen teniendo duda sobre los gastos que te puedes deducir en tu declaración de la renta, puedes ponerte en contacto con nuestros expertor fiscales que te pueden asesorar

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