Todos los grupos aceptan debatir permisos de paternidad iguales

La propuesta inicial contempla otorgar 16 semanas para cada progenitor

La ley de permisos parentales iguales e intransferibles para nacimientos, adopciones y acogidas inicia este martes su recorrido en el Congreso. Es un proyecto que en principio cuenta con el respaldo de la totalidad de la Cámara, que han mostrado su apoyo ya en la exposición.

En la actualidad, las mujeres disponen de seis semanas de permiso obligatorias frente a cuatro de los hombres. Hay otras 10 semanas que, en principio, podría cogerse cualquiera de los dos pero que en la práctica asumen ella de forma mayoritaria. Solo en el 1,75% de los casos los asumieron ellos, según los últimos datos disponibles de la Seguridad Social, correspondientes al primer trimestre de 2018. Fueron 62.832 permisos, de los que solo 1.099 los asumieron ellos.

La iniciativa cuya negociación arranca ahora es la que defiende desde 2011 la Plataforma Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (Ppiina). Contempla que las dos primeras semanas sean simultáneas para ambos y repartir otras 14 a lo largo de un año, pudiendo ser alternativas para alargar el cuidado del bebé. Estas 16 semanas y su reparto serán ahora motivo de negociación, por lo que pueden sufrir cambios. El calendario progresivo de aplicación, que también puede variar durante la negociación, es inicialmente de cinco años.

Los plazos para que se negocie y desarrolle la ley también son inciertos. En una legislatura «normal» se podría tramitar «en seis meses», explica la diputada socialista Esther Peña. El Gobierno de Pedro Sánchez, que llega tras una moción de censura para echar al PP, solo cuenta con 84 de los 350 diputados. Los socialistas temen que la tramitación supere el año de duración si hay grupos que se alargan en el periodo de enmiendas, lo que podría provocar que se agote la legislatura.

La brecha entre los permisos de paternidad y maternidad es uno de los aspectos que pretende corregir la nueva Ley

Los grandes partidos tienen propuestas propias en este asunto, a excepción del PP que no obstante ha ampliado en tres semanas el permiso paternal en los últimos tres años. La del PSOE, a diferencia de la de Podemos, prevé las seis primeras semanas obligatorias y simultáneas para ambos progenitores «para garantizar también el cuidado de la salud de la madre como recomienda la Organización Internacional del Trabajo (OIT)», señala Peña. Y coincide en que los permisos sean intransferibles, lo que está en la base de la propuesta de Ppiina para combatir la discriminación laboral a las mujeres. Ciudadanos prevé en su propuesta cuatro semanas simultáneas, cuatro intransferibles y 10 transferibles. La diputada Patricia Reyes (Cs) aclara no obstante que estas últimas son negociables: «Tenemos que debatirlo».

La Ppiina destaca que, con este diseño, «los padres se implicarían en el cuidado de sus bebés en la misma medida que las madres y las mujeres no sufrirán la actual discriminación dentro del mercado laboral». Ángeles Briñón, coportavoz de la plataforma, señala que lo importante es que se fijen los plazos de ampliación. Teme que en la negociación se pierda «el espíritu» de la propuesta: «Eliminar la discriminación por maternidad y la división sexual del trabajo».

El coste de la medida, según estimaciones de la plataforma, ascendería a 1.200 millones, a razón de cien millones por cada nueva semana de ampliación, si bien el cálculo no contempla las diferencias cuando el nacimiento es múltiple o en el caso de adopciones, por ejemplo. Otra estimación es más alta. El antiguo Gobierno del PP, que vetó dos veces la votación de la ley, alegó que suponía un incremento de unos 2.000 millones de euros en los presupuestos.

El objetivo de la iniciativa ahora a debate es evitar que los cuidados de los hijos recargan de forma mayoritaria en las mujeres y eso las lastre en su carrera profesional. “Hombres y mujeres reciben un salario desigual porque hay una distribución desigual del cuidado de los niños. Para la mayoría de las mujeres, un trabajo en las mismas condiciones no es una opción”, señalaba un estudio publicado en febrero en EE UU, del que publicó una referencia The New York Times.

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